Dado que parece que vamos a hablar mucho sobre Chejov, y aunque estoy seguro de que Eva nos va a hablar de este recurso, me apetece dejar por escrito una de las técnica literarias en las que mas insistía el autor ruso.
Este decía que si un objeto va a ser importante en un momento determinado de la narración, siempre tiene que aparecer antes. Chejov ponía el siguiente ejemplo. Si alguien va a matar a otra persona con una escopeta en defensa propia, el arma tiene que aparecer previamente de alguna manera. No hace falta que sea algo importante puede ser simplemente describiendo una escena de la siguiente forma "en la habitación había una mesa, y en la pared un perchero con un sombrero, una escopeta de caza y un abrigo." De esta forma en la mente del lector ya hemos fijado los objetos necesarios, y así, cuando el arma tenga que aparecer, no lo hará de una forma mágica. Por que no es lo mismo decir "Por la noche, Ivan escucho pasos fuera de su cobertizo, y tuvo el tiempo justo para coger la escopeta que colgaba del perchero justo antes de que un oso apareciese por la puerta", ahora que sabemos que la escopeta esta en el perchero, que decir "Por la noche, Ivan escucho pasos fuera de su cobertizo, y tuvo el tiempo justo para coger un hacha que por casualidad había debajo de la mesa justo antes de que un oso apareciese por la puerta".
De la segunda forma lo que obtendremos en la mente del lector serán pensamientos del estilo "vaya hombre, ya es casualidad" o "y como demonios sabia Ivan que debajo de la mesa había un hacha". Además, perderemos credibilidad como narradores y daremos la sensación de que la historia no puede avanzar por que cualquier cosa puede pasar.
David Trueba en la BNE: “Detrás de los libros sólo hay tiempo”
El escritor y director de cine se acercó el pasado jueves 25 de noviembre a la Biblioteca Nacional de España para ofrecer la conferencia “Detrás de los libros”, enmarcada en el ciclo Tardes de Literatura en la BNE. Trueba indagó en su historia personal para destacar algunas ideas sobre el proceso de creación literaria, ya que para él “la cabeza de un escritor se conforma por dos o tres detalles de su biografía”.
En su caso, el haber sido el menor de ocho hermanos y el haber sido escolarizado tarde fueron dos elementos cruciales en su construcción como escritor. Sus libros beben, entre otras cosas, de todo lo observado durante su infancia, pues, como señaló, “en la observación de la vida se forja un escritor”. Dijo, además, que personas como Rafael Azcona “han sido mi universidad”. El autor de Saber perder, novela por la que se le concedió el Premio Nacional de la Crítica 2008, afirmó que “en el proceso de creación, el poso del tiempo sobre las cosas es fundamental”. De ahí que afirme: “Detrás de los libros sólo hay tiempo”.
En su caso, el haber sido el menor de ocho hermanos y el haber sido escolarizado tarde fueron dos elementos cruciales en su construcción como escritor. Sus libros beben, entre otras cosas, de todo lo observado durante su infancia, pues, como señaló, “en la observación de la vida se forja un escritor”. Dijo, además, que personas como Rafael Azcona “han sido mi universidad”. El autor de Saber perder, novela por la que se le concedió el Premio Nacional de la Crítica 2008, afirmó que “en el proceso de creación, el poso del tiempo sobre las cosas es fundamental”. De ahí que afirme: “Detrás de los libros sólo hay tiempo”.