Dime,¿Qué te parece? ¡Oh! No te ha gustado. ¡Vaya! Me lo temía. Era mi hija, sí; pero se perdió. no tengo ganas de que toques el piano ahora. Hay más opciones. También puedes decirme, "la vida es maravillosa", y nos vamos a bailar. Bailar: movimiento realizado por el cuerpo humano, que tiende a la sincronización melódica. sincronización perfecta. libertad inusual. ¡ A bailar, pequeños vástagos!
Las macetas estaban secas, la noche avanzada, los semáforos sólo encendían el ámbar. Pero él atravesó la calle ensimismado en la respuesta que tenía que dar al día siguiente, sin darse cuenta de que alguien se abalanzaba sobre él. Era un amigo de la infancia. Se pararon en media calle. Gesticulaban y los que pasaban se quedaban mirando. Interrumpían el paso. El oficial ordenó continuar la marcha:
- ¡Cadetes! ¡ Al galope!
Los parroquianos, acostumbrados a sus jamelgos, abrasados por el trabajo rural, quedaban admirados al contemplar a aquellos jinetes en sus esbeltas monturas. Que llegan poco a poco a la taberna donde revolotean las más intrincadas alevosías, que tienen que devolver los últimos reclusos de la mejor cárcel que encontraron en su vida. No iban más allá. Ir. ¿Dónde? No hay lugar. no hay escapatoria. Sólo la cárcel de sus vidas. De donde no querían escapar. Ella era su carcelera. Él era su carcelero. Y les gustaba. Y delinquían sin perdón. Sin buscar una salida hacia dónde? No, decidí estar sentada junto a la ventana y esperarte. Una mañana apareció un hombre que se llamaba Joau o John, o algo así. Se quedó mirando y me dijo. ¿ No eres demasiado joven para esperar?
¿Qué es lo que debía esperar? Tanto tiempo olvidando lo que no quería recordar... tanto tiempo deseando que llegara aquel momento trágico, espléndido, ideal...Y era todo muerte.
Cuando se acaba todo seguimos en algún sitio. Como me gusta la frase de la viuda que dice : " Paco, donde te encuentres, mira cómo sufro". Cuando debía decir " ¿por qué te fuiste?".
Me fui porque todos se drogaban, todo era caótico, aunque me digan que no, que hay otras cosas además de las drogas. Pero, ¿qué hay? Si no un grupo, que cansado de estar en casa con sus papás, cogieron la tienda de campaña y la plantaron en medio de la ciudad. Y el que pasaba pensó: " ¿y por qué no hago yo lo mismo?". y se unió al otro y al otro. Y ahora, ¿qué hacemos?
Siempre se habían hecho la misma pregunta, desde que comenzaron a salir juntos quince años atrás. De repente, Laura se paró en mitad de la calle.
-Alfredo, no quiero continuar.
Alfredo, como siempre, pensaba en sus cosas sin prestar ninguna atención a lo dicho por Laura.
Ella me dijo que no quería volver a verme. le dije que no me importaba dos veces. No me importa. No me importa. No me importa. Tres veces.¿ Cuántas veces podemos pasar por esto? Ya ni una más. De todas las alternativas, elegimos la peor. No debíamos seguir con aquello.
DEBER
DEBER
DEBER
¿Y ahora qué? Ahora nada. Adiós, mi vida. Adiós.
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