Tomemos la teoría de que existen infinitos universos con infinitas posibilidades, y en algunos de ellos nosotros somos nosotros pero con matices de personalidad. Pues bien, con esta idea voy a crear dos personajes con pequeñas diferencias en su carácter que van a actuar de forma completamente distinta ante las mismas situaciones.
Por un lado tenemos a Esperanza Garcés I, la mala pécora que todos conocéis. Desesperada por cazar a un hombre con el que empezar una relación larga y con un gran complejo de inferioridad. Una tipa a la que yo no invitaría a cenar a mi casa.
Y por otro lado la Esperanza Garcés II. Como veréis tiene alguna diferencia, aunque la principal es que a esta si que le gusta la música hasta el punto de que sus amigos la consideran una gran melomana. Sin ninguno de los complejos de la otra Esperanza, esta segunda va a ser una mujer de la que me enamoraría.
Ya se lo que vais a preguntar ¿y una diferencia tan sutil hace un cambio en la personalidad del personaje? Pues si. Así es. Mientras que la Esperanza I escucha cualquier cosa que pongan en la radio, lo que, bien expresado, indica que en el fondo casi todo la da igual y se come lo que la pongan en el plato, la Esperanza II tiene criterio para diferenciar lo que la gusta y lo que no sin dejarse influir por la moda o por el entorno.
Asi que desde ahora en el blog vais a ver los ejercicios de personaje doblados. Por un lado seguiré con la Esperanza I y el extraordinario día que la voy a dar, y por otro lado, la Esperanza II, que va a tener un día, si no absolutamente corriente, tampoco la va a ocurrir nada fuera de lo común.
El objetivo final del juego no es solo que yo escriba todo por duplicado (aunque no va a ser así) si no que el que quiera me apunte las posibles incoherencias en las personalidades que voy a dibujar. ¿Podrá disfrutar la Esperanza I con las diferencias entre una zinfandel y una pinot noir?¿Podría la Esperanza II dejar tirado a un amigo? Como dice Mariano "a ver que sale"
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