lunes, 28 de febrero de 2011

El reloj cambiante de la realidad

Somos muchos y no somos nadie. En el momento en el que experimentas esta sutil sensación el tiempo se detiene. Y ya no hay nada que hacer. El mundo evoluciona, cambia. Millones de hilos interconectados que mutan al compás de su propia red. Engranajes que rotan distorsionados, expectantes de un nuevo colapso que lo cambie todo. Y ahí estaba yo. Sabiendo que lo que fue, las amistades que tuve, el tiempo que pasé en compañía de unos pocos que lo eran todo, había evolucionado.

Esos momentos del pasado, en los que uno se sentía parte absoluta del todo, habían sido momentos fugaces que habían quedado impregnados como una huella en el tiempo del mundo. Y nadie, absolutamente nadie, recordaría como algo trascendental aquello que fue importante una vez.

Conocemos personas, que impactan de una forma irreversible en nuestra construcción de las cosas y de repente, todo lo que existe alrededor cambia, y nos extrae de esa realidad exquisita. Somos empujados por corrientes invisibles de aquello que era perfecto, absoluto, y entramos en el limbo de lo que podía haber permanecido para siempre, quedándonos fuera de todo, con una sensación de absoluta vacuidad, despegándonos de la trayectoria de las cosas.

Todo empieza, evoluciona y termina. Pero… ¿qué es lo que queda de nosotros en esos momentos de cambio trascendental? El recuerdo de cómo fueron las cosas y de cómo han terminado siendo. El recuerdo de las experiencias, que quedan impregnadas en la huella de nuestro propio reloj vital. Somos… de principio a fin: el reloj cambiante de la realidad.

8 comentarios:

  1. Dinamismo, Continuidad, Expectativa....VIDA.

    A pesar de los muros y los socavones....o quizá gracias a ellos.

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  2. Recuerdame, Javier, que te apunte en mi lista de "personas que expresan mejor que yo lo que yo mismo pienso". Mi ego-imperialismo me obliga a hacer mi tu comentario.
    No dejo de releer el principio del tercer párrafo.

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  3. Presente,queda presente y continuidad. ¿Por qué hablamos de momentos trascendetales? ¿Acaso dejamos de respirar? Siempre estamos, por mucho que queramos a veces no estar. Y ese estar siempre en presente no es fácil de reconocer. Por eso muchas veces pensamos como la canción "que aquel tiempo pasado fue; y que incluso fue mejor".

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  4. Si, Madrecita...supongo que es cierto, que cuando uno se siente al borde del abismo, cuando la intensidad de las emociones que vivimos es tan alta que nos hace reflexionar, entonces nos damos cuenta más que nunca que estamos vivos. No es tan fácil darse cuenta en el día a dia de eso, supongo. Por eso, esos momentos de sutil cambio nos hacen evolucionar.

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  5. Es verdad, a veces nos hace falta subirnos a la montaña rusa para comprobar que estamos vivos. Hay quien hace puenting, hay quien se droga, hay quien es adicto a cualquier cosa. ¿Cuestión de adrenalina? No sé, pero estaría bien llegar a la aceptación de cada momento con la misma paz y con la misma intensidad. Cuántos lo consiguen, no lo sé. El primer paso, creo es ser conscientes. Cuantos lo son? Parece que algunos, pero no muchos. Retomando el artículo sobre internet, pienso que lo rápido y lo estimulante están ganando la batalla a lo lento y a la calma. Sólo espero que el infarto sirva para parar y reflexionar acerca de esto.

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  6. Madricita, puedo notar una deformación profesional en tus palabras.
    La vida no son momentos. No hay un momento mas alto que otro. No existe lo que se conoce como "momentos trascendentales". Exactamente lo que tenemos es la vida que cada uno de nosotros ha elegido, y no tenemos otra cosa. Si, ya se, lo de ser rico y tal, bueno, eso no es nada. Puedes ser pobre y elegir vivir en Madrid o en una granja en Santander. Lo importante es lo que haces con tu tiempo.
    Asi que, si alguien elije su vida disfruta de todos y cada uno de los momentos que vive, sin excepción.
    Bien, pero yo el sabado conocí a una chati y me lo pasé de puta madre. Vale, pero eso no es un momento especial, eso, precisamente, es la vida. Momentos en los que lo pasas mejor y peor, pero si miras atrás recordarás un momento determinado, pero verás tu vida.
    Cuando conocemos a alguien especial, esa persona no nos extrae de nuestra realidad, si no que somos nosotros los que cambiamos de forma consciente y voluntaria. Nosotros elegimos si queremos entrar en el juego que nos propone todas y cada una de las personas que conocemos.
    Y eso vuelve a ser la vida. No son momentos, son decisiones. Y si te paras a vivir un momento con mas intesidad que el anterior, es posible que no vivas el siguiente. Bueno, esa es una decisión que debe tomar cada uno.
    ¿Y esto a que venia?

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  7. Luís,creo que estás diciendo lo mismo que yo. Por otro lado qué es antes, la profesión que deforma o la forma que profesa.

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  8. Madri,el primer punto es un punto y a parte, es decir, lo que quería reafirmar tus palabras usando las mías propias, porque me gusta mucho leerme.
    Por otro lado, siempre es la profesión la que deforma.

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