lunes, 28 de febrero de 2011

Serendipity

La vida. Ese continuo de momentos, circunstanciales, o elegidos por nosotros mismos. Cruces vitales de azarosa espontaneidad.

Ella acudió a aquel lugar, como si no pensara en nada. No esperaba nada. Solo un momento de evasión, de conexión con el mundo y con los que quería y la rodeaban. Una copa de tequila. O, a lo mejor no era conexión con el mundo lo que buscaba. Sí evasión. Volar mentalmente hacia otro lugar, despojarse del día a día, flotar en la irracionalidad de las circunstancias, en una nube de absoluta neutralidad. Porque no sabía por qué necesitaba la copa, tan contundente. Una amenaza contra su propia integridad; una forma de hacer las cosas mal, a posta.

Él. ¿Quién era él? Desde de que le habían dicho que no era bueno con el violín, su violín, ya no sabía quien era-a que se dedicaba-quien era. Desde que su novia le dijo que ya no le quería ya no sabía qué quería-si se quería-si alguien le querría, algún día. Lo sabría. Las notas de su nueva composición se colaban, navegaban en su cerebro mezclándose con Common People de Pulp. Era aquel sitio lleno de gente, era aquella copa de tequila lo realmente auténtico. Y nada tenía sentido para él. Había tanto tumulto a su alrededor, que, de alguna forma se sentía solo y empujado por tanta gente… en medio de la nada, intentando sonreír y dar el tipo. Sí, dar el tipo, es lo único que le quedaba. Sus amigos eran buenos tipos, había que estar a la altura de las circunstancias.

Ella no sabía si su amiga le perdonaría. Estaba a su lado. Bebía su medio vaso de tequila, mientras miraba como la rechazaba. Su amiga estaba allí, pero su mirada vagaba como perdida, distorsionada al ritmo de Common People, sí, ”common people”, ¡”vamos gente!, ¡hay que seguir hacia delante!”,pensaba. Acostarse con el novio de una amiga no es la mejor opción. Solo es una opción que duele. Tanto… Es el momento de ir a visitar al dj.. tal vez… “Un buen día” de los Planetas haga que las cosas cambien. Ella se imaginaba teniendo el poder suficiente para cambiar el Todo, ella se imaginaba siendo la reina de corazones que, con su tridente, cambia las circunstancias del mundo.

Él pensó que era el momento de ir a ver a Marc, el dj. Necesitaba a alguien auténtico, alguien que le reconociera como músico, por primera vez en tanto tiempo…Y tal vez, y solo tal vez, “Un buen día” de los Planetas podría ser la opción para animarse.”¡Venga tío, que solo es un sábado más entre tantos! ¡Cómete el mundo! ¡Atraviesa el garito y demuestra quien eres!”.Eran solo algunos de sus pensamientos mientras se abrazaba al panel de la cabina.

“¡Venga guapa! ¡Tu puedes llegar! No puedo…el tequila me impide moverme con claridad. Veo al dj. Es el momento” piensa Ella mientras se tropieza con algo, no sabe con qué, y se estampa con el panel del dj.

“Un Buen Día” de los Planetas, por favor”

“Tío, necesito Un Buen Día de los Planetas,¿lo tienes?”

Justo al mismo tiempo. Ella y Él. En el mismo lugar, bajo las mismas circunstancias. 32” de aproximación espacio-temporal. Toda una estadística improbable para que coincidieran, para que se encontraran, para que se miraran, para que decidieran gustarse y necesitarse. Tanto y en tan poco tiempo… Ahora Él sabía que había esperanza, que podría encontrarse. Ahora Ella comprendería que todo, absolutamente todo es intrascendental, duele menos y es más auténtico, porque ha conseguido evolucionar y encontrarse un poco más, solo ese poco más.

¿Por qué decidieron en el mismo momento, en el mismo instante, pedir la misma canción pasando por el mismo ala este de la sala? ¿Qué habría ocurrido si no se hubieran pedido un tequila, si Él hubiera sido alabado por su violín, si Ella hubiera decido quedarse en casa y no salir aquella noche especial? Nada. Realmente la nada, u otras miles y millones de posibilidades. Conjunción de factores en un espacio tridimensional de coordenadas, que, bajo el influjo de los dados de algún dios caprichoso caían como soldaditos de plomo ante la levedad de las circunstancias. O tal vez, y solo tal vez, ellos debían de encontrarse. Querían encontrarse, pero no lo sabían todavía, aunque llevaban sabiéndolo desde el principio de los tiempos: fuerzas inconscientes que nos empujan, que provocan choques de protones, de neutrones, que nos dirigen hacia la persona con la que estamos predestinados. Porque todo y nada está escrito.¿Quien sabe?

6 comentarios:

  1. Me gusta esto: .."Ya no sabía quien era-a que se dedicaba-quien era. Ya no sabía qué quería-si se quería-si alguien le querría, algún día. Lo sabría."
    Hay un documental que se llama "Y tú...qué sabes?, que ilustra muy bien lo que cuentas

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  2. ¿sabes lo que es una serendipia? que yo este escribiendo una historia sobre alquien a quien me presentaron el otro dia. Alguien que necesitó dos tequilas por que estaba entre un grupo de gente que a penas conocía, y después hizo amigos para toda la vida en una noche.
    Fascinante estilo.
    (si, alguien que va a leer esto ya sabe de quién hablo)

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  3. Chicos, muchas gracias por las críticas. Es la primera vez que otros escritores comentan mis relatos y me siento muy afortunada y alagada, gracias. :-) Por supuesto que veré el documental "y tu que sabes?", javi, buena idea!

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  4. Hay una parte de ese documental en que a Marlee Matlin (¿os acordais de aquella actriz sordomuda de "HIjos de un dios menor"?), literalmente, se le sublevan sus partículas subatómicas encargadas de la atracción física. Esa parte es muy graciosa...y el resto del documetal, un acercamiento muy muy ameno a un fenómeno, que a mí me parece fascinante: la mecánica cuántica ( no entiendo un pimiento de fñisica ni de matemáticas, pero no puedo dejar de leer todo lo que cae en mis manos sobre ello)

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  5. Javier, acabo de ver el documental que comentas. No sé hasta qué punto es científico, pero me parece muy interesante. Siempre me ha interesado el tema de la identidad, la consciencia y la percepción. Y aquí lo explican de una forma muy amena. Os lo recomiendo.

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  6. Me alegro que te haya gustado, Elisa.
    Yo creo que la simplicaciones que estan teniendo los últimos descubrimientos en la física cuántica rebasan el ámbito puramente científico, como dice S.Hawking en su último libro. Filosofía, psicología...
    la que no sale muy bien parada, en todo caso, es la teología,

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