Hoy hemos hablado de las funciones del diálogo y de algunas recomendaciones para su uso.
Entre otras cosas hemos insistido en que el diálogo ha de ser natural, imitando al habla, pero aportando la información de forma concreta; que no debe reiterar lo que ya está dicho de otra forma; y que debe ser necesario, tener una intención. Si al omitir un diálogo, la narración sigue funcionando igual, mejor prescindir de él.
Hemos hablado además del concepto de subtexto; aquello que no se dice en el diálogo pero que se esconde debajo de él. Y apartir de esta noción he mandado un ejecicio para el miércoles. Se trata de escribir una escena dialogada entre dos personajes, en la que uno de ellos o los dos oculten un secreto. Pusimos un ejemplo muy claro. Una conversación entre el marido que acaba de perder el trabajo y la mujer que esconde a su amante en el armario. Supongamos que el marido llega a casa antes de lo previsto y charlan de cualquier tema, mientras ambos ocultan su secreto al otro.
Además he recomendado incluir incisos del narrador para apoyar el diálogo. Estos incisos nos pueden ayudar en nuestro propósito. Fijaos en cómo maneja este recurso Chejov en La Novia.
Hasta el próximo día.
Eva.
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